¡Hola, amantes del equilibrio!
Sostenibilidad. Qué palabra tan bonita y a la vez tan difícil de decir, leñe.
¿Qué es la sostenibilidad?
Aunque podemos encontrar numerosas definiciones, para entendernos diremos que un sistema cualquiera es sostenible cuando es posible que se mantenga conforme está de forma indefinida. Por ejemplo, decimos que no es sostenible dormir 4 o 5 horas al día, porque podemos hacerlo de vez en cuando, pero no de forma continuada durante mucho tiempo.
Aplicado a la economía (que al final es todo, queridos), un sistema económico será sostenible si sus recursos son ilimitados, renovables (y se renuevan) o utiliza tan pocos recursos que, aunque no sean renovables, durarán mucho tiempo. Y los recursos son todo: la materia prima, la energía, la mano de obra, la creatividad…
Así que… ¿nuestra economía actual es sostenible?
Por si teníais dudas, ya os digo yo que no. No os quiero aburrir con números y datos, pero al final del post os dejo unos enlaces por si tenéis curiosidad por ver las (abrumadoras) cifras.
El increíble desarrollo al que hemos asistido en los últimos años (casi se ha duplicado la población mundial desde 1970 O_o) hace que nuestra vida sea mucho más cómoda, pero también gastamos muchos más recursos naturales de los que debemos (y necesitamos).
¿Por qué me preocupa esto?
Aparte del pequeño detalle de que, si llega el día en que agotemos todos lo recursos naturales de la Tierra, MORIREMOS TODOS (nada, una pequeñez…), cada vez que voy a casa de un cliente veo la cantidad de cosas que almacena sin darles ninguna utilidad. Pasa en todas las casas. Compramos, nos regalan, se desordena y nunca más se supo.
Por eso la organización es esencial para evitar el malgasto de recursos (naturales y propios). Pensad, por ejemplo, en todos esos armarios y cajones que vengo publicando en Instagram: sus dueños se han comprado cosas muy parecidas a las que ya tenían porque estas se habían estropeado, se habían cansado de plancharlas una y otra vez o ¡porque pensaban que las habían perdido! Todo esto se puede evitar con una buena organización y, por supuesto, con el doblado vertical.
¿Cuántas veces os ha pasado encontrar comida en mal estado en vuestras alacenas o neveras porque había quedado sepultada bajo otros objetos? ¡Pues también tiene solución!
Imaginad lo que ahorraríamos con una buena organización, sabiendo todo lo que tenemos y comprando solo lo que nos haga falta. Empieza a ser obligatorio que olvidemos las compras compulsivas y compremos solo lo que realmente nos hace felices o de verdad necesitamos.
¡Puedo ayudar!
Aunque soy solo una persona, me siento poderosa porque tengo las herramientas para ayudar a todo el que quiera escucharme a llevar una vida más sostenible, y no por eso más incómoda o más aburrida.
El método baransu está diseñado no solo para hacer más fácil la vida de quien lo pone en práctica, sino también para que ayudemos todo lo posible al medio ambiente. Básicamente, para evitar que muramos todos.
Si te interesa el tema, este próximo sábado 16 de septiembre moderaré, dentro del evento COÑO!, la charla-coloquio «Consumo sostenible: claves para vivir mejor con menos», de la que os iréis con un montón de trucos súper fáciles para generar menos residuos, gastar menos recursos naturales, ahorrar, tener una vida menos estresante y, en definitiva, ser más felices. ¡Y encima ayudando al planeta! ^^ Tenéis todos los datos en Facebook. ¡Venirsen, coño! 🙂
Y, por supuesto, poco a poco iré compartiendo con vosotros trucos y formas de organización que os permitirán llevar una vida más sostenible y, creedme, mucho mejor.
Fuentes:
http://www.wwf.se/source.php/1713371/How_many_earths_2017.pdf – Cuántas Tierras necesitaríamos si consumiéramos como…
http://www.overshootday.org/ – Descubre qué día del año agotamos los recursos naturales que se pueden renovar en un año. ¡Sorpresa! Cada vez es antes…